La práctica Oftalmológica post-pandemia 

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Todas las ramas de la medicina están en constante evolución. Esto no sólo viene simplemente de nuevas herramientas y prácticas, sino por circunstancias que cambian la manera en que nuestros sistemas de salud funcionan. La pandemia por COVID-19 implicó muchos cambios que practicantes de medicina en todo el mundo tuvieron que llevar a cabo para seguir ofreciendo atención a sus pacientes. Estrategias alternativas tuvieron que surgir para todas las prácticas, y la oftalmología no fue la excepción. Ahora que el mundo está acostumbrándose a vivir después de esta crisis global, hay una mejor noción de cómo funcionarán estas estructuras de ahora en adelante, y cuáles de estos cambios llegaron para quedarse. En esta ocasión, discutiremos de cómo se verá la práctica oftalmológica después de la pandemia. 

El nuevo flujo de pacientes 

Antes de la pandemia, era común que una clínica oftalmológica tuviera una sala de estar llena de pacientes esperando su consulta. Esto, por supuesto, se volvió imposible durante el pico de la pandemia debido a la posibilidad de incrementar contagios. Ahora, los pacientes quieren mantener su tiempo en las clínicas -y su cercanía con otros pacientes- al mínimo. Para incorporar esta demanda, las clínicas tienen que cambiar la administración de su flujo de clientes. En lugar de agendar pacientes cada 15 minutos, tienen que atenderlos cada media hora por ejemplo. Esto evita una saturación en la sala de espera, y cada paciente entra más rápido a su cita. Esto por supuesto, significa que las clínicas reducirán su volumen de pacientes. Sin embargo, es algo que probablemente tendrán que hacer para retener su cartera. 

La buena noticia es que este nuevo ritmo también puede traer beneficios. El día se vuelve mucho menos estresante para el médico, al igual que para el personal de la clínica. Incluso puede significar que menos personal es requerido, ya que los retos logísticos y administrativos son menores. También, los médicos tienen oportunidad de tomarse más tiempo con cada paciente, ser más rigurosos durante las consultas, y ofrecer una mejor atención y una mejor experiencia a los pacientes.

El trabajo remoto

Al igual que los pacientes quieren pasar menos tiempo en la sala de espera, quieren eliminar aspectos que consideren innecesarios de su visita, y reducir sus traslados. Por lo tanto, están solicitando monitoreo remoto y que ciertas consultas se hagan por videollamada. De la misma manera, prefieren hacer  ciertos exámenes diagnósticos en alguna ubicación más conveniente, para después discutir los resultados con su médico de manera virtual. 

Esto ha orillado a algunas clínicas a aliarse con otras instituciones, o abrir instalaciones satélite, donde puedan ofrecer algunos servicios a sus clientes de manera más conveniente. Esto se traduce a que ciertos aspectos administrativos se hagan de manera remota, lo cuál también le permite a los oftalmólogos reducir ciertos gastos importantes, si logran ajustarse bien a este formato. Afortunadamente, pueden aprovechar nuevas herramientas y sistemas que están surgiendo específicamente por este fenómeno, como el que discutiremos en el siguiente punto. 

Herramientas oftalmológicas remotas

Durante el pico de la pandemia, cuando era casi imposible reunirse de manera presencial con ciertos pacientes, las prácticas oftalmológicas tuvieron que encontrar maneras de seguir monitoreando a sus pacientes. Exámenes han sido rediseñados, y nuevas herramientas han sido desarrolladas específicamente para esto, y su potencial completo apenas han empezado a explorarse. Tal vez el mejor ejemplo de esto es la realidad virtual, que ofrece un rango de posibilidades muy interesantes para la rama oftalmológica. Hemos escrito sobre este tema más a profundidad en este blog

Aunque algunas de estas herramientas surgieron específicamente para poder monitorear a pacientes de manera remota, las posibilidades rebasan ese contexto. Estas nuevas posibilidades podrían llegar a mejorar la exactitud de los resultados, al igual que la experiencia de los pacientes, aún cuando los exámenes se realicen de manera presencial. 

Los retos que surgieron durante la pandemia han creado dificultades para muchas ramas de la medicina, y la práctica oftalmológica no es la excepción. Sin embargo, estamos en un punto en el que podemos visualizar con más claridad nuestro futuro a corto y mediano plazo. Sin duda, la práctica oftalmológica después de la pandemia será diferente a lo que estamos acostumbrados, pero con creatividad, educación continua, y adaptabilidad, los oftalmólogos sin duda lograrán sacarle el mayor provecho a estos cambios.