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Un viaje ocular inesperado: cuando un cuerpo extraño metálico se mantiene asintomático por más de 50 Años

Un viaje ocular inesperado: cuando un cuerpo extraño metálico se mantiene
asintomático por más de 50 Años

Reto Oftalmología

23 de Octubre de 2025

Los cuerpos extraños oculares (CEO) son una realidad frecuente en la práctica oftalmológica, a menudo asociados con lesiones laborales o incidentes cotidianos. Si bien la detección y extracción temprana son cruciales para prevenir complicaciones, ¿qué sucede cuando un cuerpo extraño metálico se aloja en el ojo y pasa desapercibido por décadas, sin causar síntomas significativos? Esta pregunta intrigante es el núcleo de un reciente informe de caso que desafía algunas de nuestras suposiciones sobre la tolerancia ocular a largo plazo.

El estudio, publicado en The Open Ophthalmology Journal por Su et al. (2025), nos presenta una situación clínica excepcional que invita a la reflexión y recalca la importancia de una evaluación exhaustiva en cada paciente.

La historia de un cuerpo extraño olvidado

El estudio se presenta como un informe de caso, un formato valioso para documentar fenómenos raros y sus complejidades. Los protagonistas son una mujer de 80 años que acudió a consulta por visión borrosa en ambos ojos, un síntoma común en su edad avanzada. La clave del hallazgo no fue una queja aguda relacionada con un cuerpo extraño, sino una revisión rutinaria en la lámpara de hendidura para evaluar sus cataratas bilaterales.

Fue durante este examen que se descubrió, de manera incidental, un diminuto cuerpo extraño de color negro alojado en el espacio subconjuntival del ojo izquierdo, cerca del limbo nasal. Al indagar sobre la historia clínica de la paciente, se reveló un dato sorprendente: hace más de 50 años, la mujer había sufrido una lesión ocular por una astilla de hierro mientras trabajaba en una fábrica. En aquel momento, solo recibió una irrigación ocular y, afortunadamente, su agudeza visual no se vio afectada, por lo que el incidente no tuvo mayores repercusiones clínicas hasta ahora.

Resultados clave: la asombrosa tolerancia ocular

El hallazgo más notable de este caso es la asombrosa tolerancia del ojo a la presencia de un cuerpo extraño metálico durante más de medio siglo. A pesar de su larga permanencia, la evaluación no mostró signos de inflamación, infección o formación de granulomas en el tejido circundante. La conjuntiva se presentaba blanca e inalterada, y no se observaron anomalías en el fondo de ojo ni en las estructuras extraoculares.

Dada la inminente cirugía de cataratas y los riesgos potenciales asociados con la presencia del cuerpo extraño metálico (por ejemplo, fragilidad, alteración de sus propiedades, o problemas durante futuras resonancias magnéticas, como se ha documentado en otros casos de cuerpos extraños metálicos en el ojo, se decidió proceder con su extracción. El procedimiento se realizó bajo anestesia tópica y, aunque el cuerpo extraño se fragmentó durante el intento de extracción (confirmándose su naturaleza metálica y magnética), se logró una remoción completa sin dejar fragmentos residuales. La paciente se recuperó totalmente en un mes, sin efectos adversos.

Este caso nos enseña que, en situaciones excepcionales, un cuerpo extraño metálico puede permanecer en el espacio subconjuntival durante décadas sin causar síntomas o complicaciones graves. Este fenómeno, aunque raro, nos obliga a reflexionar sobre la capacidad de encapsulación y aislamiento del ojo que podría explicar esta tolerancia.

¿Qué implica esto para mi práctica clínica diaria?

  1. Anamnesis exhaustiva, incluyendo traumas antiguos: Este caso subraya la necesidad de una historia clínica meticulosa, que incluya preguntas detalladas sobre traumas oculares pasados, incluso si ocurrieron hace muchos años y se consideraron resueltos. Los pacientes pueden subestimar la relevancia de incidentes antiguos o simplemente haberlos olvidado, por lo que nuestro interrogatorio debe ser persistente.
  2. Examen ocular integral: La detección incidental de este cuerpo extraño resalta el valor de una exploración completa del ojo, incluyendo la inspección cuidadosa de la conjuntiva y el limbo, incluso cuando la queja principal del paciente no está directamente relacionada con un trauma. Un cuerpo extraño pequeño y asintomático puede pasar desapercibido fácilmente si no se busca activamente.
  3. Consideración de riesgos a largo plazo: Aunque un cuerpo extraño pueda ser asintomático por mucho tiempo, como médico, es crucial considerar los riesgos potenciales a futuro. La fragilidad del cuerpo extraño a lo largo del tiempo, las posibles interacciones con futuras cirugías (como la catarata en este caso) o la incompatibilidad con estudios de imagen como la resonancia magnética (RM) debido a la naturaleza metálica, justifican la intervención. Este caso refuerza la idea de que la eliminación es a menudo el enfoque más seguro para mitigar riesgos secundarios, especialmente cuando se planifican otros procedimientos.
  4. Debate entre observación y remoción: Si bien existe un debate sobre la observación versus la remoción inmediata de cuerpos extraños extraoculares asintomáticos, este caso inclina la balanza hacia la remoción ante la posibilidad de futuros riesgos, incluso si los síntomas actuales son mínimos.

Este fascinante informe de caso nos recuerda la complejidad y la resiliencia del ojo humano, al tiempo que refuerza la importancia de nuestra diligencia clínica. Nos impulsa a mantener la curiosidad y a examinar cada caso con una mente abierta, reconociendo que, en la oftalmología, las sorpresas pueden esconderse a simple vista, incluso durante más de medio siglo.


Referencias:

  • Lawrence, D. A., Lipman, A. T., Gupta, S. K., & Nacey, N. C. (2015). Undetected intraocular metallic foreign body causing hyphema in a patient undergoing MRI: a rare occurrence demonstrating the limitations of pre-MRI safety screening. Magn Reson Imaging, 33(3), 358–361.
  • Siedlecki, A. N., Tsui, E., Deng, J., & Miller, D. M. (2016). Long-term retention of an intraorbital metallic foreign body adjacent to the optic nerve. Case Rep Ophthalmol Med, 2016, 1–3.
  • Su, W., jiang, F., Li, X., & He, T. (2025). An Asymptomatic Metallic Foreign Body Retained in the Subconjunctival Space for over 50 Years: A Rare Case Report. The Open Ophthalmology Journal, 19, e18743641367184.
  • Ta, C. N., & Bowman, R. W. (2000). Hyphema caused by a metallic intraocular foreign body during magnetic resonance imaging. Am J Ophthalmol, 129(4), 533–534.
  • Zidan, A., Barbosa, J., Diskin, J., & McDermott, M. (2023). Incidental finding of a retained intracorneal wooden foreign body. BMJ Case Rep, 16(12), e258340.

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