Eduard Zirm: Legado en Oftalmología 

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En 1905, un obrero de República Checa llamado Alois Glogar visitó a un oftalmólogo. Glogar había perdido la vista en un incidente en el que ambos ojos habían sido quemados con cal. Más o menos al mismo tiempo, un niño de 11 años llamado Karl Brauer fue atendido por el mismo oftalmólogo después de un accidente en el que fragmentos metálicos se habían insertado en sus ojos. Brauer perdió ambos ojos. Sin embargo, el oftalmólogo fue capaz de salvar y preservar las córneas de Brauer, que pasarían a ser uno de los primeros casos de trasplante de tejido exitoso, marcando un hito en la historia de la oftalmología y de la medicina en general. El nombre del oftalmólogo que atendió a ambos pacientes y que realizó el trasplante era Eduard Konrad Zirm 

Zirm nació en Viena en 1863. Estudió medicina en la universidad de Viena, y Oftalmología en la clínica oftalmológica ahí mismo. Ejerció como oftalmólogo en la segunda clínica de oftalmología en Viena hasta que en 1892 aceptó una posición en un hospital en República Checa, donde se volvió jefe de oftalmología en la clínica que ayudó a establecer. Fue en esta clínica donde transcurriría el primer trasplante de córnea. 

El primer trasplante de córnea 

Se habían intentado trasplantes totales y parciales de córnea a lo largo del siglo XIX, sin éxito. Múltiples factores contribuían a la dificultad de estos procedimientos, principalmente limitaciones en la disponibilidad de fármacos como antibióticos y equipos como microscopios. Hoy en día, estos elementos se consideran indispensables para el procedimiento. Sin embargo, cuando coincidieron los casos de Alois Glogar y Karl Brauer coincidieron, Zirm decidió ejecutar el procedimiento. 

Glogar tuvo que pasar diez días con los párpados cerrados para mejorar la adhesión del nuevo tejido. Y al día once, recuperó la vista. Su visión sólo regresó exitosamente en uno de los ojos, por complicaciones en el otro. Sin embargo, en el ojo donde el trasplante fue exitoso, la vista y funcionalidad se mantuvieron durante el resto de la vida de Glogar, y por lo tanto se considera no sólo el primer intento exitoso de trasplante de córnea, sino uno de los primeros trasplantes exitosos de cualquier tejido. 

El legado de Eduard Zirm

El éxito de la operación fijó un precedente vital en oftalmología y medicina. Durante el resto del siglo XX, hubieron muchas instancias de órganos trasplantados por primera vez, así como avances significativos en investigación, desarrollo de tecnologías y medicamentos, y entendimiento en materia de trasplantes. Desde 1961, más de 1,800,000 personas han recuperado la vista gracias a los trasplantes de córnea, considerados una de las formas más comunes de trasplante hoy en día. Este logro de la medicina moderna es posible en la forma que existe el día de hoy, gracias al esfuerzo de Eduard Zirm en 1906.